sábado, 7 de marzo de 2009

Tengo ganas

Tengo ganas de regalarle el sol a una lágrima,
de correr por el sendero de los labios que pronuncian mi nombre.
Tengo ganas de viajar en la ilusión de mi futuro
visitando los vagones de un tren silencioso en busca de mi misma.
Tengo ganas de llegar al comienzo de cada final de mis historias
y de soñar que quedo estampada en los brazos de una estrella.
Tengo ganas de hacer un pacto con las espinas de un rosal
y que de mi pecho nazca el grito incesante de mi adolescencia dormida.
Tengo ganas de revivir la niñez olvidada entre viento y tormentas
y de la inocencia de las carcajadas de antaño.
Tengo ganas de decirle adiós a la escarcha de los techos casi tropicales
y a la espera del anochecer en una iglesia vacía.
Tengo ganas de matar al tiempo y de enterrar sus huellas,
de tentar y desafiar al destino al despertar de cada mañana.
Tengo ganas de fingir con la misma hipocresía de los fantasmas arrepentidos
y de ser capaz de entregarles mi calor incondicional.
Tengo ganas de arrancar el rencor de cientos de noches de insomnio
y de encontrar un ideal en el nicho de un vientre maternal.
Tengo ganas de seguir la luz que tan sólo mis ojos pueden alcanzar
y que por un sólo un instante una cálida mano me acompañe a soñar.

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Peces