jueves, 26 de agosto de 2010

¿Sería otra la historia?

Si es cuestión de destilarnos,
prefiero la espera.
El deseo estrecho de ansias y excusas
va forjando la mudez de los ojos
que se extraviaron en mis tobillos.
Fue la inmersión de los actos,
la autoridad inverosímil
de un solsticio apagado.
Encendemos velas,
quemando nombres
y lanzándolos a la espuma.
¿Sería otra la historia?
Ya no contamos.
Recordamos…
y bajo el manto azul
de una inconsciencia,
sollozamos entre cercas adornadas con mierda.
Porque la sangre ya no es sangre
y sangra lodo ensangrentado
desde la sangría sangrienta del corredor.
El rumor se lamenta
al instante en que el poder se suicida
colgando de los pies.

domingo, 15 de agosto de 2010

Púrpura

Con la tentación obturada en tintes púrpuras
sucumbí a la enredadera de vicios envenenados
que vistieron de universo elíptico
el manto oscuro y húmedo de la lluvia.
La sombra transparente giró la esquina
y se nubló la luz del término del día
al vaciar las arterias clandestinas
que congelaban las monedas tiradas en la acera.
Al cese de un estruendo
tropezaron los perros que lamían la brisa,
triturando el hogar opaco de un vagabundo cubierto de despedidas.
Un piano, a lo lejos,
alcanza a besarme los zapatos
mientras la calle se acerca a mi cabeza.
Una cucaracha hambrienta se metamorfosea con un sueño
y la nombro mía;
mía, como un vientre cubierto de esperas;
como el brillo de un faro bajo la escarcha;
mía, como el tiempo que aún no llega.
Comienza a llover y no es agua.

Peces