lunes, 31 de diciembre de 2007

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Hoy despiero deseando no despertar
oigo voces que me obligan a salir adelante
pero mi alma insiste en hundirse.
Quiero levantarme, quiero sonreir
pero lloro... me duele...tanto...

viernes, 28 de diciembre de 2007

Salida

Resulta absurdo ser juzgado cuando todos tenemos miedos
observar miradas de odio y de ironia,
soportar risas burlezcas mientras las fuerzas se van agotando.
Pensar en miles de cosas cuando sólo deseo creer en una sola
y dejarme de llevar por la mentira cuando no se encuentra salida.
Pero, ¿cuantas salidas existen en el camino?
o, ¿cuál de ellas es la menos dolorosa?
¿Escapar, es una de ellas?
Buscando razones para los por qués
me percato de que no hay respuesta
y que el dolor, presente en etapas de la vida, es necesario.
Pero agota, apaga las fuerzas y tortura.
Quien no conoce el dolor, no ha vivido
quien no ha llorado, no puede juzgar
y los que rien irónicamente no saben que dentro de este corazón
existen sueños, deseos e inquietudes que lo hacen perder el rumbo.

domingo, 16 de diciembre de 2007

Hacer el odio

Desde el más insidioso hedor de tus palabras
nace la miseria de los días crudos de mi vida.
Porque esperar una caricia tuya
es como la más horrosa tortura.
Sentir que te acercas a mi piel
exhalando la fealdad de tu tacto.
Odio verte llegar y saber que me deseas,
fingir que los golpes de tu mirada
no penetran con ardor en mi podrida alma.
Arriesgo mi vida, mi cuerpo, mi integridad moral al tenerte cerca.
Miles de noches soportando tu crudo y asqueroso sudor.
Odio tu vocabulario nauseabundo,
tus gemidos de puerco revolcándose en mierda.
Mi cuerpo es la mierda, tu triste e inseparable mierda.
Aquella acostumbrada a tu vil y despiadado deseo incontrolable.
Me posees una y otra vez en una cama llena de desiluciones
y mi piel, esclava de tu sucio placer se pudre minuto a minuto...

domingo, 18 de noviembre de 2007

Gladys, mi madre

Naciste entre lanchas a orillas del mar
La playa se inclinaba a tus pies como el ave ante el sol.
La brisa de aquel día susurraba tu nombre... Gladys.
Tu sonrisa hacía delirar los árboles de tu jardín
y tu casa, refugio de tu pequeño ser ,
recibía el calor de tu nueva y dulce vida.
Las costas de los alrededores
marcaban tenazmente con el romper de las olas
la llegada de la nueva habitante de Caleta Candelaria... Gladys.
Nombre que te destinaba a ser mujer de hierro,
vencedora de batallas contra la vida, contra el destino.
Tu sangre corre cual río por tus venas
enfrentando el día a día y el invierno de los hogares fríos.
Llantos y alegrías han marcado la vida de la pequeña que nació a orillas del mar.
Ni siquiera el paso cansado de tus días actuales
derriba a la mujer de armas, batallas y luchas sin fin.
Cada amanecer es el nuevo despertar de un día difícil.
Mi alma se admira de tu fuerza,
mi corazón no latiría si no existieras tú.
Tu vientre fue mi morada
y hoy tus manos son mi alimento.
Mañana, lo que me has dejado, lo que me has enseñado
conquistará el mundo por una sola razón.
Porque el mundo que en mis manos estará
será tuyo, como aquel día entre lanchas a orillas del mar.

Oscar y Danae

Sube conmigo a besar las estrellas
y acompáñame a nacer en una nube.
Brillemos al compás del sol en un beso de amor.
Seamos uno uniéndonos en eterna pasión
saboreando la fresca brisa de nuestros cuerpos.
Entra en mi con la fuerza de un trueno
y así, la lluvia rociará con ternura el mundo en que vivimos.
Enamorémonos en las noches cálidas
y temblemos juntos en las noches frías de invierno.
Aprende a tocar la música de mi cuerpo
y cantemos juntos el himno de la seducción.
La sensualidad de cada beso en nuestras bocas
pinta un aroma de flores y hierbas en en infinito cielo.
Ven conmigo, y yo iré contigo.
Con la firmeza de una montaña recorre mis valles del color del viento.
Ráfagas de agua salen de tu lengua
y en nuestra cama de rosas gritaremos juntos,
siempre juntos, un Te Amo infinito.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Sin título

¿Por qué hablar de lo hermoso de la naturaleza, si todos los escritores lo han hecho?
¿Por qué no hablar acerca de la basura de las calles, de los robos a las casas, o de los asaltos en las calles?
¿Por qué no hacer un poema acerca de la miseria y el hambre?
Decir, por ejemplo, que el mundo no está en guerra, si no un yo contra un yo mismo.
Ver que cada día mueren jóvenes a causa de anorexia para intentar alcanzar el patrón de belleza que el mundo entero acepta y admira.
Podemos hablar del suicidio, una solución definitiva a un problema pasajero.
Decir cosas acerca del maltrato familiar. Ver niños y mujeres heridos por manos cobardes y despiadadas.
Hablemos de la mierda de vida que a muchas personas les toca soportar, para que al final de su camino tengan que resignarse con los pocos instantes de felicidad que estuvieron presentes en su existencia.
Comentemos acerca de las enfermedades, del sufrimiento de pacientes y de familiares al ver que poco a poco la vida se va.
La vida... ¿es una cuenta regresiva?
No me interesa decir lo que es la vida para mí, ni que todos lo sepan. Eso es mío... es mi pregunta, mi respuesta y no un tema de debate.

¿Pesimismo?
¿Tristeza?
¿Rabia?
No
Impresiones, sólo impresiones.

Una playa

Las lágrimas escriben en la arena una historia.
Oigo voces que me comen y susurros que caminan por mi alma
como soldados en campo de batalla.
La brisa no es suave
Las olas no me traen calma.
Las lágrimas continúan dibujando en la arena,
las huellas de una sonrisa se han borrado.
La mirada dulce y penetrante hoy es dibujante.
El sol me congela
Tiemblo
Lloro
Dibujo en la arena.

Despertar

Luego de una noche contigo
despierto al amanecer.
Miro tu rostro...tu expresión dormido.
Te ves feliz.
Te descubro el dorso, despojándote de las sábanas que te cubren.
Observo tu pecho, cálido,
tu espalda ancha,
tus brazos firmes y fuertes.
Retiro lo que cubre el resto de tu cuerpo desnudo.
Contemplo tus piernas, tus caderas, tu sexo...
Te despierto con un suave y dulce beso en los labios.
Nos amamos, una vez más...
como ayer
como anoche
como hoy
como siempre.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Felicidad

El aroma del asfalto dibuja con suave trazo cada día de mi vida.

El tiempo, centinela de la magia de cada instante

Me ayuda a comprender la dicha de mi existencia.

La locura, bebida de éxtasis que enciende mi alma

Realiza la hazaña de entregar risas al mundo.

Cada corazón se regocija al ver que nace un nuevo día

Y que cada día trae en sus manos la esperanza de un nombre en los labios,

De un cuerpo en los brazos y de un recuerdo en su interior

Vivir, sentir, ser feliz….

El por qué no es importante

Lo necesario es para que

Saber que hay alguien que vive por ti y a quien entregas sin medir cuanto.

Ser feliz es susurrar un grito agónico de amor

Amor por ti

Amor por lo que existió, por lo que existe y por lo que alguna vez existirá.

Ser feliz es decir cada día un te quiero

Y borrar de la memoria los malos pensamientos

Las sombras en las calles me dicen que no estoy sola,

Los ruidos de sus siluetas sacuden mis sentimientos

Y me atraviesan con envidia al ver mi sonrisa

Sólo les basta imitarla

Porque yo, reina y princesa de mis días,

Ángel y causa de mi vida

Soy feliz.

La cama, tu y yo

Despierto pensando en ti,

Desayuno tus besos,

Me baño con tu ternura

Y el agua que corre por mi cuerpo son tus manos acariciando lo prohibido.

Te siento.

Llega la tarde y en los libros que leo están tus palabras.

Las palabras que con fuego se han grabado en mi corazón.

Te pienso.

La noche se presenta y en mi habitación

Somos la cama, tu recuerdo y yo.

En ella te pienso, te siento,

Me piensas, me sientes,

Me tocas, me besas, me acaricias, me bañas.

La cama, tu recuerdo y yo.

No hace falta que la vida me golpee mil veces para darme cuenta de que existe la tristeza

Y que cada día que no estás conmigo la oscuridad me nubla los ojos.

Sé que sin tu amor estoy viviendo sin ningún interés por la vida,

¿Por qué te escapas si aún vives en mi corazón?

Cierro los ojos y allí estás,

Miro hacia el cielo y la brisa de tus caricias roza mi rostro.

Me sumerjo en el mar y me siento sumergida en ti.

No eres más sino el centro de mi vida, la razón para seguir adelante,

La disculpa para abrir los ojos cada día al despertar

Sólo porque sé que existes.

Preludio

Besos sedientos

Caricias interminables

Gemidos por cientos

Sudor insaciable.

Lenguas afiladas

Cuerpos ardientes

Manos cansadas

Cama impaciente.

Contigo

Tibia me acerco a tu cuello esculpido

Tibia como luna llena en pleno verano

Te susurro al oído

Mil deseos y frustraciones del pasado.

Me miras y me tomas entre tus brazos

Condenándome por siempre a tu voluntad

Besos arrancados a pedazos

Salen de tu boca con plena libertad.

Me alejo de tu cuerpo intentando contenerte

Es imposible, mi piel ya es esclava de tu placer

Encadenada a ti me mantengo inerte

Me dejo llevar por ti sin nada poder hacer.

Mi vientre dispuesto recibe tu esencia

En cuanto tú gimes liberando cual hoguera

Aquello que siempre ocultó tu decencia

Lo que hoy me muestras sujetándome con cadenas.

Sensualidad

Mi sensualidad eres tú cuando me miras

Al llegar taciturno y oportuno

Buscando una caricia mía.

Mi sensualidad eres tú cuando me tocas

Tus manos sutiles en mi cuerpo

Arrancando con ansias besos de mi boca.

Mi sensualidad eres tú cuando me amas

Fugaz deseo incontrolable

Con sudor de placer que derramas.

Batalla

En la anchura de mi piel no existen fronteras para la tuya

Cada centímetro de mí lleva tu marca.

Mis poros destilan el sudor que alguna vez sació tu boca sedienta.

Esa boca sedienta de mi sudor, de mi fuego y de mi pasión.

Tus manos conocieron la expresión de mi sensualidad

Y de la entrega más sublime nuestros corazones fueron testigos.

Las paredes se desvanecían, el techo se derrumbaba,

La cama, tantas veces lecho de batallas desenfrenadas

Reclamaba el derecho de escenario para un nuevo combate.

Así conocí noche tras noche lo que te hacía vibrar

Y tú conociste lo que mi mente y mi cuerpo pedían a gritos.

¿Quién más que tú puede reclamar la posesión de las curvas de mi cuerpo

Y dar una cátedra de lo que él mismo desea?

Ahora que no estás las paredes no se mueven,

El techo está inmóvil y la cama, nuestro diario campo de batalla

Ha perdido las trincheras y las armas han desaparecido.

Los soldados que peleaban han perdido la lucha.

Alguien se rindió y esa he sido yo…

Peces