viernes, 29 de agosto de 2008

Mujer...

Encanto sutil que perfuma un cielo gris lleno de sombras
Descubridora de fuerzas que surcan océanos y mares de amores
Protagonista que precede la magia del brillo en noches abandonadas por la luna
Acompañante de batallas que desnudan la naturaleza que vive dentro de ti
Instrumento de insinuaciones para una eternidad pintada de plata y bronce
Resplandor de voces, que calladas besan con ternura el alma
Refugio de caricias que vuelan por las rutas del olvido
Pedazo de cielo que cae en tus manos, tan frágil como el cristal que envuelve su corazón
Poseedora de miradas que esclavizan vastos territorios arrullados por el silencio
Eres aquella que a pesar de estar atrapada en una telaraña, sigues siendo mujer
Eres la que enamora los sueños y apacigua las pesadillas
Eres la que cautiva una multitud con el enigma de una flor que resplandece en otoño
Eres la que bebe del veneno mortal y continúa en pie cual río que fluye hacia su mar
Tienes la sonrisa que guía al débil a desplazarse por un campo de espinos
Tienes la historia de un cuento que aún no ha sido escrito en las páginas de tu propia vida
Tienes en tus manos la fórmula que usa el sol para salir todos los días
Tienes la fortaleza del águila que lucha por lograr emprender su vuelo
Tienes la sabiduría de la lluvia que pinta de cristal el asfalto de una avenida
Tienes la certeza de que el mundo no se ha acabado y el poder para cambiarlo
Eres Madre, eres Hija
Eres Risa, eres Llanto
Eres Tú, soy Yo
Eres sutil, encantadora, silenciosa, fuerte y fervientemente
Mujer

Para Recomenzar

Pido un minuto de silencio para escuchar de mi boca

Las frases ya repetidas.

Para mirar al cielo y decidir si vale la pena

Cambiar el rumbo de mi vida.

Pido que me den un tiempo a solas con el resplandor de mi mente

Para huir una vez más de mi alma cautiva.

Pido que se levante la tierra con la fortaleza que

Solamente llega desde arriba.

Pido que me entreguen la llave que encierra la sombra

De una batalla mil veces perdida.

Pido un minuto de silencio para conversar con el corazón

Y hallar la verdad de un instante que nos mira.

Pido proponer la ley que oculte a las rosas

De aquel que las pisa cuando camina.

Pido entender la sinfonía de un cuerpo acariciado

Por los dedos de un enamorado que alucina.

Pido, amigos míos, un minuto de silencio para mirar hacia atrás y recordar

El perfume de su interior en llamas.

Pido que canten las campanas despertando el día de hoy

Y cada rayo de sol sin importar la distancia.

Pido que el desierto me abrace durante la noche

Y arder en llamas junto a quien me ama.

Pido la esperanza de una vida que anhela la pasión

De las voces que en silencio gritan enamoradas.

Pido que la oportunidad que ha llegado a mis manos

Quede sin temor aquí plasmada.

Que bajo estas líneas repartidas no se encuentre sólo un poema

Y si la fidelidad de una mariposa que imprime con sus alas

De oro y diamante la eternidad que cada día se levanta.

Peces