miércoles, 22 de enero de 2014

Quédate conmigo


Me he preguntado
dónde dejé tus fotos
y si aún nos queda algo de alcohol.

Creo que derramé la botella bajo el ventilador ,
bajo la última canción que me heredaste en testamento.

Me sostuve a medias.
Sí,
lo recuerdo.

Las quemé.

Invoqué improperios, soeces,
lánguidas e irremediables llamas azules.

Porque ¿sabes?
me gusta el azul.

También me gusta exagerar.
Por eso escribo,
porque miento.
Me miento.
A momentos.
Con menta y ron.

Sí,
lancé la botella contra la pared.

¡¿Por qué?!

Si aún le quedaba un resto de besos
y de manos entrelazadas.
Algo de caminatas por la playa,
nubes, gatos, cabellos
y la partida de tu perfume.

Como en las fotos.

Lloré.
Si,
lloré
y me vi patética,
como un feto sin piernas,
como un pájaro sin pico,
como una botella sin alcohol.

Como yo sin ti.

Me pregunto
¿A qué saben la cordura,
el sueño y el hastío?

No hay comentarios:

Peces