lunes, 23 de enero de 2012

Del mar y el testículo

Mi familia viene del mar, pero yo no sé nada de él. Sólo sé que le temo y ese temor se asocia específicamente al hecho de no saber nadar. Creo que hasta podría compararlo al miedo a casarse, ya que no sabes si podrás mantenerte a flote.

Hoy vi a un par de niños cuando caminaba por la calle, frente a la playa. Estaban metidos en el agua, sacando algo… lo que no sé que era porque ya dije, no sé nada del mar. Podrían haber sido tacas o estrellas de mar. Yo jamás metería los pies en esa agua. Tiene más mierda que mariscos y peces, sin embargo, algo buscaban ellos y yo me pregunto ahora… ¿seré diferente a ellos? si a fin de cuentas, también he estado hasta el cogote de caca y en varias oportunidades me he sentido feliz en esa situación. ¡Y aprendí de la caca!

De todas formas, si hablamos de cosas asquerosas, mi trabajo de enfermera cuenta con ello. No todo, claramente, pero sí una buena parte del tiempo. Y si además le agregamos el sufrimiento de las personas, sumándole el que yo les he provocado extra… no tengo mucho de que vanagloriarme. Tener a un pobre cristiano recostado en una camilla, pálido y adolorido. Abrirle aún más un punto que tenía dehiscente en un testículo hinchado a más no poder, apretarlo y estrujarlo hasta drenarle todo el contenido, que a la vista no era nada agradable, dada las expresiones impresas en el rostro de la paramédico que nos ayudaba y dejar salir coágulo por coágulo mientras el pobre hombre se ponía más pálido. ¡¿Qué culpa tenía de que su cirugía haya quedado mal?! y encima, a fin de mes, esta humilde servidora cobra el sueldo del mes por hacer sufrir más a la gente. Un mal necesario, como dirían muchos…
“Aquí tiene su colilla de pago Señorita “D””. Gracias, un mes más salvado a costas del escroto de un pobre hombre y a otras cosillas.

PD: Esas cosas son las que pienso, entre otras sin mucha importancia, cuando mi MP4 se queda sin batería. Por eso oigo la música a todo volumen… para ahuyentar mis pensamientos.

1 comentario:

Garsil dijo...

Buenas tardes...Adoro la lejanía!
ni del mar, ni playa, ni hospital,
qué diria afrodita?
Gracias

Peces