Pido un minuto de silencio para escuchar de mi boca
Las frases ya repetidas.
Para mirar al cielo y decidir si vale la pena
Cambiar el rumbo de mi vida.
Pido que me den un tiempo a solas con el resplandor de mi mente
Para huir una vez más de mi alma cautiva.
Pido que se levante la tierra con la fortaleza que
Solamente llega desde arriba.
Pido que me entreguen la llave que encierra la sombra
De una batalla mil veces perdida.
Pido un minuto de silencio para conversar con el corazón
Y hallar la verdad de un instante que nos mira.
Pido proponer la ley que oculte a las rosas
De aquel que las pisa cuando camina.
Pido entender la sinfonía de un cuerpo acariciado
Por los dedos de un enamorado que alucina.
Pido, amigos míos, un minuto de silencio para mirar hacia atrás y recordar
El perfume de su interior en llamas.
Pido que canten las campanas despertando el día de hoy
Y cada rayo de sol sin importar la distancia.
Pido que el desierto me abrace durante la noche
Y arder en llamas junto a quien me ama.
Pido la esperanza de una vida que anhela la pasión
De las voces que en silencio gritan enamoradas.
Pido que la oportunidad que ha llegado a mis manos
Quede sin temor aquí plasmada.
Que bajo estas líneas repartidas no se encuentre sólo un poema
Y si la fidelidad de una mariposa que imprime con sus alas
De oro y diamante la eternidad que cada día se levanta.
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